21 de agosto de 2011

El árbol de la vida, Gustav Klimt


La voz de la angustia te obliga a crecer...

cabalgata

dentro del alma el hastío
con el que pasan los días
las manos más suaves
tocan mis ojos hoy
se derriten las penas
y giran y bajan se hunden
con cuántos amigos
me cruzo yo
todos los días
y a todas horas el alma
se vuelve habitable
y tierno (dulce)
me inquieto
al ver tus arrugas
y heridas de siglos
y vidas pasadas
espero tu frase
del día y tu sonrisa
me miro
y qué lindo
está el sol
si siempre viera las cosas así
tengo ansias de empezar
y descubrir lo nuevo
y tener miedo a todo
lo que me hace mal
no quiero pasar
si tan sólo vieras las cosas así
con derrotas las batallas
que se dan
y en el cielo
hay una puerta
que quisiera cruzar.

¿Hasta qué punto quiero no estar acá y estar en otro lado?
¿Hasta qué punto quiero estar en otro lado y no estar acá?