Darte un abrazo tan tan fuerte que signifique "no sé cuándo voy a volver a verte".
Es casi como una ruleta rusa... o menos dramático como el casino y los juegos de azar.
Te extraño siempre, y ya estoy acostumbrada. No me conforma verte una vez cada dos años; pero, ¿qué puedo hacer?
Lo siento a ese abrazo. Me saca sonrisas, me pone feliz.
Sé que nos conocemos de antes y también que nos vamos a conocer después. Ojalá sea en lo cotidiano.
Ese abrazo... de amigos de toda la vida, de hermanos, de personas con telepatía, de gente que pasa por el mismo momento, por la exacta situación.
Te extraño siempre, ya lo sabés.
Abrazarte y sentir que te abrazo de lejos, muy lejos, pero igual sentirte cerca -así, raro como suena-. Incluso sentirte más cerca que aquellos que realmente lo están, físicamente.
Abrazo de lágrima de despedida, pero con esperanzas de una nueva bienvenida (de esa manera es que te extraño).
Vos me extrañás, yo lo sé. Y me abrazás de lejos también (aunque de cerca) y ese abrazo me saca sonrisas, me pone feliz.
