28 de marzo de 2016

¿Cuánto de esto es amor?

El mar nos trae algunos recuerdos de mates y risas y besos. Cosas que siempre quise hacer, se están dando con vos.

Es interesante cómo uno genera todo. Sin querer -o queriendo-.

Sé que tengo conexiones neuronales complejas, recuerdos algo complicados que me frenan, voces adentro que boicotean todo lo que hago, un corazón un poco más fuerte pero igualmente débil, pensamientos recurrentes que me persiguen y persiguen y me corren todo el tiempo y no se cansan. Y yo sí, por momentos me canso de correr.

Mucha gente sueña y espera tener un cachetazo emocional, un "párate y mira", un temblor corporal, estomacal. Yo lo tuve y lo estoy teniendo casi no disfrutándolo. Casi queriendo seguir en el "duelo" que ya no tiene nada de eso, pero queriéndolo sentir de alguna manera, esforzándome en sentirlo. Pero me pasa algo distinto: estoy alegre, con ganas de conocer, de avanzar, de seguir.

Y ahí se ve entonces que sí me dejo llevar por los sentimientos. Que no soy todo razón y lógica, que puedo ser impulsiva también. Y esa energía se agranda porque encuentra un similar, un otro que refleja esto mismo, esta pulsión, este empuje; y se potencia y funde con él.

-Arriesgarse. Es dejarse llevar. Es también aprender a querer. Es volver a sentir. Es no tener miedo. O tenerlo... Pero seguir.-

No hay comentarios: